En este primer caso, Dahyana García escribió en base a la consigna:
- Escriban una carta a su amigo o amiga en la que le cuentan que han conocido al hombre o la mujer de sus sueños.
Andalucía, 15 de julio de 1948
Querido Juan Manuel:
He de escribirte estas pocas líneas para contarte un hecho, podría decirte trascendental en mi pobre vida. Ayer, estando sentado en el muelle de esta misma ciudad, si te preguntas qué hacía yo ahí, pues tampoco yo lo sé; pero fue como si el destino hubiese decidido enviarme allí. En esos momentos pasó corriendo Calia, así se llama… Calia ¿Hermoso nombre? Así es, su pelo volaba al compás del viento, llevaba flores en é, de colores muy fuertes y llamativos, vestía un vestido de seda suave y transparente. Era como una golondrina que el atardecer había querido traer a mis brazos.
Atónito quedé al verla de cerca, cuando me preguntó en dónde quedaba la tienda de dulces más cercana, pues su abuela le había pedido unos, y que se los llevara antes de que llegara la noche. En esos segundos sólo pudimos intercambiar nombres y nada más; solo después de escuchar su dulce voz salió corriendo velozmente.
Juan, amigo mío, estoy enamorado. Siento que esa desconocida es el amor de mi vida. Por ahora, sólo puedo buscarla hasta saber en qué sitio se encuentra. Mis siguientes cartas te llevarán seguramente mejores noticias.
Con afecto…
tu mejor amigo, Tomás.
P.D : Saludos a mis padrinos y tu esposa Margot. Los visitaré en cuanto pueda tomar mis vacaciones.
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